Tarjeta Naranja fue creada en la provincia de Córdoba en 1985. Se inició como una tarjeta identificatoria y de operaciones entre cuentas corrientes de Salto 96, una casa de deportes cordobesa que luego se amplió a “comercios amigos” cordobeses. Finalmente, independizada de la casa de deportes que le dio origen, expandió sus horizontes por el interior del país hasta convertirse en “la principal emisora de tarjetas de crédito de Argentina. Una empresa que brinda servicios orientados al consumo con calidad y calidez, a través de Colaboradores alegres, capaces y motivados”, como indica en su página web.
Tarjeta Naranja SA integra junto con Tarjetas Cuyanas SA y Tarjetas del Mar SA la sociedad Tarjetas Regionales SA controlada a su vez por Banco de Galicia y Buenos Aires SA. Una alianza que desde 1995 posibilitó que Tarjeta Naranja ofreciera servicios financieros para sus clientes. Tres años más tarde al unirse con Visa (luego con Mastercard y American Express) amplió su área de financiación y de sucursales (Perú, República Dominicana) internacionalmente.
Lo llamativo de la campaña publicitaria es que se plantea como algo positivo ser “financieramente incorrecto: somos así, queremos más gente así”. Slogan que a simple vista nos deja pensando: una empresa que se dedica a las operaciones financieras se plantea como incorrecta en su propio rubro. Y nos asalta la siguiente pregunta: específica y principalmente ¿a qué se refiere con ser incorrecto? Pareciera que el mensaje publicitario focaliza en una empresa que “priorizaría la amistad, lo humano por sobre el dinero y/o lo crediticio”. ¿O lo “incorrecto” es gastar de más, total Tarjeta Naranja seguro que lo financia “incorrectamente”?
Dudamos que lo “incorrecto” se aplique al pago de saldos y resúmenes de cuenta. Dudamos que lo “incorrecto” se centre en priorizar lo humano. Se trata de una empresa cuya finalidad es realizar negocios financieros.
Sin ir más lejos podemos recordar como en marzo de 2011, Tarjeta Naranja junto con otras entidades crediticias se vio obligada ante la denuncia de asociaciones de consumidores a devolver dinero a sus clientes por sobrefacturación en el cobro de seguro por saldo deudor. ¡Ups ahí si que se puede ver lo incorrecto!
Si bien no se trata de ponernos en posición extremista el slogan con el que comunica Tarjeta Naranja no es claro, no informa y conlleva a dudas que quedan en meras cuestiones de marketing cool, total “somos así, queremos más gente así”.
Por: Mariana Kozodij
Campaña publicitaria de Tarjeta Naranja- Videos